Vino: blanco con crianza, fermentación en barrica nueva de roble francés y 8 meses de crianza en lías.

Región: Valle de Guadalupe, Baja California.

Uva:  Chardonnay 100 %

Grado alcohólico: 13,5 % Vol.

Acidez total: 4.4 grs./l Tártrica.

Temperatura de servicio: 10 - 12 o C
Costo por botella: $170.00
   

L.A. CETTO CHARDONNAY RESERVA PRIVADA
2011

   

Observaciones de la cata

A la vista presenta un color amarillo paja intenso con marcados reflejos dorados en la superficie. A la nariz encontramos los tradicionales frutos cítricos y tropicales, como piña y melón, con notas a vainilla y mantequilla; en boca aterciopelado, untuoso. En la boca disfrutamos de una delicada y bien balanceada acidez y los aromas complejos de la madera.


Consumo-guarda

Mantendrá sus cualidades por 3 años más


Gastronomía

Por ser un vino de cuerpo se recomienda con todo tipo de pescados, foie gras y quesos intensos.

Las variedades de uva

Chardonnay
Reconocida como la cepa blanca más noble del mundo por su asombrosa capacidad para adaptarse al clima y suelo de prácticamente todos los países del mundo. Es la variedad más apta para la crianza en barrica, de origen francés, concretamente de la región de borgoña de donde se ha extendido a los principales países vitivinícolas, destacando Chile, Nueva Zelanda, Australia y California. Cuando la bodega adopta esta cepa no suele ser para mejorar sus vinos, sino para vender un estilo: Chardonnay.

 

 

BODEGA

 
 

VALLE DE GUADALUPE,
BAJA CALIFORNIA.


Antecedentes
Todo inicia por supuesto con la conquista. Hernán Cortés incluyó entre sus preocupaciones políticas y militares la de promover el cultivo de la vid. Para su ingenio desarrollista y promotor impulsó como obligación que a partir del 20 de marzo de 1524 los hacendados plantaran en sus tierras durante 5 años 1000 sarmientos por cada 100 indígenas que residieran en sus dominios, propiciando además el envío de cepas españolas, a fin de injertarlas como uvas silvestres que se encontraban en el país. De esta manera, la viticultura se convirtió en un bagaje imprescindible de las expediciones españolas, la conquista y la colonización propagándose hasta Perú, Chile y Argentina. La dejaron al cuidado de los misioneros jesuitas y como consecuencia el arte enológico tuvo un auge extraordinario en el nuevo continente. Muy pronto México produjo vinos en gran cantidad, dejando así de importar el vino de España.

 

En 1595 Felipe II prohibió terminantemente la plantación y ampliación de los viñedos en nuestro territorio lo que de paso eliminó por mucho tiempo en estas tierras la sana costumbre de tomar vino. Ésta orden fue dictada para toda América, sin embargo sólo se llevó a cabo en México que era donde residía el Virrey y se hizo caso omiso a la misma en la parte sur del continente. Esto ocurrió por la dificultad de estar comunicados y la falta de control en esta región por parte de los españoles. La iglesia católica, concretamente jesuitas dominicos y franciscanos mantuvieron viva la tradición de producir vino por el uso que se le daba en la misa como vino de consagrar. El empeño eclesiástico contribuyó así mismo a evitar la desaparición de esta industria en nuestras latitudes, en medio de las prohibiciones de la corona española y las conmociones causadas por las guerras.


Baja California
La primera misión en Baja California fue Nuestra Señora de Loreto, fundada en 1697 por el padre Juan María Salvatierra. Pero el que está considerado como el padre de la viticultura de California, es el padre Juan de Ugarte, responsable de llevar la vid a la misión de San José de Comundú y poco después, a las de Mulegé, La Purísima, San Ignacio y Santa Gertrudis. Para 1755, varias de ellas, con sus propias prensas, contenedores, lagares y tinas, producían algo como quince mil litros de vino al año. En 1791 el padre José Lorien funda lo que ahora se conoce como el Valle de Santo Tomás. A principios del siglo XIX, la misión contaba con dos mil parras. No fue sino hasta la década de los años cincuenta del siglo XX, que la vitivinicultura toma un nuevo giro. Grupo Domecq decidió en 1952 fundar Domecq México. Angelo Cetto llegó de Italia y compró en 1938 una vinatería en Tijuana y empezó a hacer su propio vino de manera artesanal. Las bases del vino de baja California iniciaron así su paulatino crecimiento, el cual se ve consolidado con la aparición a finales de los ochentas principios de los noventas de nuevos productores: Cavas Valmar, Monte Xanic, Chateau Camou, Casa de Piedra, Viña de Liceaga, Mogor Badan, Adobe Guadalupe, Vinos Bibayoff, Viñedos Lafarga, Tres Valles. Hoy en día el vino de Baja California ha logrado posicionarse en el gusto de los paladares más exigentes del mercado mexicano gracias a la calidad y el magnífico precio que muchos productores ofrecen. Los primero pasos ya se dieron y tenemos ya en este siglo XXI nuevos actores que se integran a la producción de vino: Pijoan, Paralelo, Vides y Vinos Californianos, Vinisterra, Xecué, Vinos y Terruños, Torres Alegra y Familia, Tanama, Shimul, San Rafael, entre otros.

 

Lic. Alejandro Guzmán Galán

aguzman@vinoyclub.com.mx

D.G. Áurea Magaña Ávila

amagana@vinoyclub.com.mx