Vino: tinto joven

Región: Montepulciano D’ Abruzzo Denominazione di Origine Controllata (DOC), Italia.

Uva: Montepulciano 100%

Grado alcohólico: 13% Vol.

Acidez total: 5.65 grs/l Tártrica.

Temperatura de servicio: 12-15 o C
Costo por botella: $ 165.00
   

MONTEPULCIANO D’ ABRUZZO 2003

   

Observaciones de la cata

Rojo rubí de intensidad media, presenta un ribete con marcados reflejos violáceos y buena formación de lagrimas. Aroma típicamente frutal: ciruela y grosella. En boca manifiesta una grata acidez perfectamente en armonía con su suave astringencia. Es redondo y equilibrado, en el retrogusto resalta su carácter frutal con ligeras notas vegetales.
Consumo-guarda

Disfrútelo ahora y mantendrá sus cualidades por 4 años más.


Gastronomía

Se sugiere para acompañar todo tipo de pastas, quesos de medio cuerpo, embutidos y carnes blancas: pollo, ternera o bien carnes rojas de sabores ligeros y semicondimentados.

 

BODEGA

Las variedades de uva

Montepulciano
De entre las variedades tintas despunta en el panorama vitícola del sur de Italia la calidad de la Montepulciano. Destaca su poderoso color, su graduación alcohólica relativamente alta favorecida por el clima, y una tendencia aromática de fondo bastante neutra que hace que sea recomendada también para los vinos de mezcla. Cuando se tienen condiciones climáticas adecuadas la uva logra desarrollar una gran elegancia y estructura de taninos, no obstante los vinos que normalmente se elaboran son redondos y resultan fáciles de beber.

 

 

 

 
 

DENOMINACIÓN DE ORIGEN CONTROLADA MONTEPULCIANO D’ ABRUZZO

 

El sur de Italia
El sur de Italia constituye un enigma en el mundo del vino. La Italia meridional empieza, según se mire, en Roma o en Nápoles. Desde el punto de vista de la viticultura lo hace en los Abruzzos, mirando desde el Adriático, o en la Campania, desde el Tirreno.
Muchas culturas y varias dinastías han dejado su huella en el sur de Italia: griegos, albaneses, árabes, españoles, etruscos y romanos, el papado, los Staufer y los Borbones. En la Antigüedad clásica, la viticultura obtuvo un decisivo impulso por obra de los griegos y, posteriormente, las laderas del Vesubio y del Etna, de Apulia y Campania, se convirtieron en los proveedores del vino del Imperio Romano.

 

A pesar de la situación meridional de estas tierras –por lo que cabría esperar mucho calor y pocas precipitaciones- a menudo hace verdadero frío y las condiciones climáticas se ven condicionadas por fuertes cambios que también afectan de igual manera al suelo.


Los Abruzzos
Es una de las regiones vinícolas italianas desconocidas, a pesar de que en ella se elabora el popular vino tinto con DOC Montepulciano d’ Abruzzo. Esta región limita al oeste con el Lacio, al norte con Umbría y Las Marcas y al sur con la pequeña Molise. Se extiende desde el punto más alto de los Apeninos, el macizo del Gran Sasso, con 2,912 m de altitud, hasta la costa adriática.


Es una de las regiones más productivas del país, sin embargo, considerando los aspectos políticos y sociales, esta región subdesarrollada durante siglos debe incluirse en el sur de Italia, anclado en el pasado. La viticultura no ha sido explotada y tampoco cuenta con suficientes oportunidades para convertirse en competidora de las áreas del norte y del centro de Italia. En las faldas de los imponentes macizos montañosos se encuentran, a altitudes de hasta 600 m., las lomas orientadas al Adriático en las que se plantan las viñas. Al igual que en los viñedos de la región adriática, las viñas de estos lugares montañosos se benefician, a pesar de su orientación hacia el sur, de un clima bastante benigno. El justo equilibrio entre exposición al sol y frío origina vinos ricos y, a la vez, no demasiado pesados.
La gama de variedades en la Denominación es una de las más limitadas de toda Italia. Consta sólo de una variedad blanca, la Trebbiano, y una tinta, la Montepulciano. En las últimas décadas se han introducido variedades de cepa italianas e internacionales como la Ciliegiolo, la Passerina, la Merlot, la Cabernet e incluso la Riesling.

El buen Montepulciano d’ Abruzzo puede resultar sorprendente por su aroma inusual y su estructura tánica, que los convierten en un acompañamiento ideal para los platos de caza y por supuesto la tradicional pasta italiana en cualquiera de sus presentaciones.
 

 

Lic. Alejandro Guzmán Galán

aguzman@vinoyclub.com.mx

D.G. Áurea Magaña Ávila

amagana@vinoyclub.com.mx